miércoles, 29 de septiembre de 2010

Manuel Rodríguez: La Cultura y El Quiebre de lo Cotidiano


Agradecimientos: Foto La Nación
En el barrio Brasil hay muchas personas que destacan por su alegría, espontaneidad o distintas formas de ver la vida y que son ejemplos a seguir. Manuel Rodríguez es una de las personas que cumplen con todas las características antes dichas. Si Manuel Rodríguez, el mismo nombre del prócer de la patria, y con personalidades similares.
Mientras conversábamos en su carnicería, destacaban en la vitrina de su carnicería muchos peluches, fotos, cuadros y unos recortes de diarios.


Su carnicería es muy peculiar en el barrio. ¿Qué cosas la hacen distinta a todas?

“Mi carnicería es muy especial, desde hace unos años es que en mi local se baila tango todos los viernes. El tango es la música que más me gusta, desde chico yo escuchaba esta música con mi mama y me ponía a bailar a penas la escuchaba.
 Por otro lado, mi padre era carnicero y yo le empecé a ayudar desde que tenía 10 años apenas llegaba del colegio, así fue como sin querer uní las dos cosas y me salió una mezcla bien linda”.

¿Qué le hizo llegar a este barrio?

Siempre me ha gustado el barrio. Yo vivía muy cerca de aquí y me acuerdo que lo que más me gustaba era que celebraran la fiesta de la primavera, pasaban carros alegóricos y  la gente era muy sana y alegre, por eso decidí venir al barrio Brasil.

¿Cómo llego a consolidarse tantos años en el barrio y en el mismo local?
Bueno yo partí arrendando este local, era de un caballero que había muerto hace poco tiempo y su viuda me lo arrendó. De a poco fui ganando clientes por mi carisma y porque siempre he tenido la mejor carne. Prefiero la carne nacional y eso es lo que me resalta de las otras carnicerías. Yo trato a los clientes como amigos. Por lo menos yo los siento como tales. Esas cosas, que para mí son tan simples, me destacan y me tienen aquí en la misma esquina por más de medio siglo. (Huérfanos con Cummings).

Usted me había contado que quería cerrar y vender la carnicería. ¿Por qué no lo ha hecho y que cosas lo motivan para seguir?

Si, eso es verdad. Yo quería cerrarla porque me quería tomar un tiempo para viajar y descansar, pero la gente se negaba a que yo cerrara. Un día me encontré con volantes que me pedían que no vendiera y así fue como me convencieron. Ahora aquí estoy, feliz atendiendo mi carnicería porque para mí es una entretención, no un trabajo. Escucho música, bailo y la paso muy bien.

La gente en el sector lo quiere mucho…..

Si. Como he estado desde hace mucho tiempo aquí, la gente ya me conoce y me saluda cada vez que me ve. Me han dado premios. Me dieron el premio del roto chileno. Es un premio que lo conservo con mucho aprecio, de hecho lo tengo en vitrina para que la gente lo vea. También en vitrina tengo un premio que es un poco más chiquitito pero que para mí es muy importante porque me reconocen. El premio es al Lugar más valioso del barrio. Me lo dieron por el aporte cultural que le entrego al barrio. Yo me lleno de orgullo con estos obsequios porque  siento que aporto al sector y eso me da mucha felicidad. Ojala yo pudiera vivir por siempre para que esto no se pierda, o que los jóvenes me tomen de ejemplo y sigan con el legado.




Hay muchos cuadros de usted con gente conocida. ¿Han venido a la carnicería?

Si. Al destacarme como una carnicería especial, han venido de distintos canales para hacer series o directores para hacer películas.  Una escena de Sexo con amor  fue grabada en esta carnicería. En esa escena vino María Izquierdo y Boris Quercia. Recientemente vinieron a grabar una serie de chilevisión. Se llama Infieles. En el capítulo que grabaron en el local, vino la actriz y vedette Cristina Tocco, es por esto que tengo una foto con ella. Al saber que yo bailaba tango todos los viernes en el local  quiso bailar conmigo y obviamente no la iba a rechazar o no?

El carisma de Don Manuel no se perdió en ningún momento incluso al culminar con nuestra conversación sonó el teléfono del local. Al colgar me contó que era un grupo de Valparaíso que quería bailar en su local para toda la gente del barrio Brasil y sus alrededores. Él sin pensarlo dos veces les dijo que sí.

“No me puedo negar a dos cosas: Al tango y al ver feliz a mis amigos, a mis clientes y en general a la gente de este barrio, y creo que estas dos, se fusionan muy bien en este sector”



 

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