jueves, 19 de agosto de 2010

La Historia Se Mantiene

Camino al barrio Brasil, estaba pensando cuál sería la mejor ruta para describir y llegar a los distintos puntos de referencia de este barrio. Al final, después de analizar bien las diversas calles en el cual uno podía ingresar, decidí que debería entrar por Av. Brasil con Libertador Bernardo O’Higgins (Alameda), ya que esta avenida es una de las más transitadas de Santiago. Al ingresar por Av. Brasil me sorprendió que las primeras dos cuadras caminando hacia el norte, te puedes encontrar  una variada selección de tiendas de repuestos para automóviles que están ubicadas en casas que tienen más de 50 años de antigüedad. En este punto es en el cual hay que centrarse porque la gente está muy  preocupada de mantener y cuidar la historia y mística del barrio. Siguiendo por el camino, y después de pasar por todas las Tiendas de repuesto para automóviles, se encuentra una casa que tiene 58 años de antigüedad y que pertenece a Antonio Castillo S.A, que es una de las  tiendas de repuestos más antigua del sector, esta casa se encuentra en Av. Brasil 65 y resalta de las demás por el excelente mantenimiento que le han dado a la casa. 

 Desde la calle Moneda hasta llegar a Huérfanos se encuentran un variado numero de pubs y restaurant, entre estos  destacan de los demás, dos restaurant y un café de excelente calidad y de una arquitectura que la han mantenido y restaurado con el tiempo para no quitar la magia que le da la historia del barrio, estos son: el restaurant Baires,  el restaurant Cosmopolitan y el café Más. Estos tres ejemplos son específicamente la combinación entre modernidad e historia que ha prevalecido durante el tiempo.  

Ya instalados en Plaza Brasil, la arquitectura que rodea este sector no ha cambiado desde sus inicios a mediados del siglo XIX, aunque han intentado introducir varias modernizaciones en la urbanización.  Bajando por la Calle Compañía de Jesús se encuentran dos edificaciones que llaman la atención, estas son: La casona del club de investigaciones que fue fundada el año 1956 y que en este momento está siendo reparada por ciertos daños ocurridos tras el terremoto. Por otro lado está la Iglesia de  la Preciosa Sangre, en la cual me voy a detener con más exactitud por su antigüedad y preciosura.

Esta iglesia fue creada por el arquitecto Eusebio Chelli en el año 1875. Este proyecto fue Sucedido, tras la muerte de Chelli, por el arquitecto Ignacio Cremonesi  el cual se  ocupó de finalizar la obra el año 1901. La iglesia es de planta simétrica en cruz latina. Está construida en albañilería de ladrillo con mortero de cal. La nave posee un cielo abovedado de cañón corrido, el cual está ornamentado con dorados a fuego. Sus altares laterales son de mármol de Carrara, se destacan a primera vista seis retablos en cada arco de la iglesia con figuras de la Pasión que están hechas en pino oregón revestidas en escayolas, con pinturas policromadas y sus marcos dorados son de álamo americano. Cabe destacar que los restos de la fundadora de la Congregación Preciosa Sangre se encuentran sepultados en este templo.

Después de haber pasado por la iglesia, me encontré con un ícono del barrio Brasil, este es Don Manuel Rodríguez, él tiene una carnicería en Huérfanos con Cummings. Esta carnicería se encuentra ubicada en este lugar hace más de 55 años.  Don Manuel nos cuenta que en este barrio se celebraba la fiesta de la primavera, y que era una fiesta muy bonita con carros alegóricos y gente muy sana.

“Ahora la convivencia entre los vecinos se ha ido perdiendo, pero una de las pocas cosas que estamos de acuerdo la mayoría, es en que la tradición de este barrio la queremos cuidar tal como la conocimos”. La opinión de Don Manuel es algo más que solo palabras. La carnicería de él tiene una peculiaridad que no tienen las otras, y esta es que todos los viernes en la carnicería se juntan a bailar tango distintas parejas. Gracias a esta actividad se ha hecho conocido Don Manuel y su carnicería, tanto así que han grabado dos películas y una serie de chilevisión. Aparte de todo este reconocimiento a Don Manuel Rodríguez se le otorgó un homenaje al roto chileno por su peculiar carnicería y por su desplante en la vida.

Este gran personaje del barrio Brasil, entre otro, como Francisco Molina, cuidador de autos que trabaja hace 37 años en el barrio, sacan la misma conclusión. “El barrio es muy tranquilo. La plaza Brasil en el día te encuentras con  mucho joven que viene a disfrutar de la plaza y a hacer vida social entre sus amigos. También se encuentran niños jugando en los juegos creados para ellos pero con una arquitectura que se puede admirar por cualquiera”.

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